A superclásico that marked a huge milestone for the women’s game in the country.

Un resultado para la historia del deporte argentino que completa las páginas del feminismo y del club xeneize con letras doradas en su arsenal. Las gladiadoras aplastaron a las de Nuñez en una final apasionante que marcó un antes y un después.

Golearon y gustaron de la sedienta y tan ansiada gloria derrotando 7-0 a River. Así se gana una final super clásica e histórica. Con un temperamento impecable de temple fuerte y garra, Boca arrasó con todo y cantó campeonas en el Amalfitani. Las dueñas del primer título de la era profesional en el fútbol argentino.

Con un récord impresionante de CERO goles en contra y con un 80% de posesión a lo largo del torneo de Transición no quedan dudas de que el esfuerzo dio frutos. Conceptual y anímicamente Boca lideró absolutamente todo el campeonato.

Incluso siendo un torneo con poca o nula inversión financiera -considerando el hecho de que es un retroceso teniendo en cuenta los tiempos en los que vivimos-, la apuesta a que exista el profesionalismo y de que oficialmente existan campeonas es un grito de gloria. El impacto sociológico que genera esta final da inicio a una nueva era. Fue un día histórico para el deporte nacional.

Demostrando que el fútbol femenino es profesional y visible, está para quedarse. Queda mucho por delante, pero estos pasos traen esperanza... Esa que le debíamos (y aún debemos) como sociedad a todas las pibas que le impidieron y aún sueñan y pelean por un fútbol más justo, más equitativo e igualitario.

Inmersos en un paso agigantado a nivel global, el patriarcado va desvaneciendo gracias a la lucha de millones de mujeres que tratan de derribarlo. Nuestras abuelas nos dieron el voto, nuestras madres nos otorgaron la ley del divorcio y nosotras le vamos a dar a nuestras hermanas, a nuestras hijas, a nuestras amigas la libertad de decidir sobre sus cuerpos, de que nadie nos impida disfrutar del deporte porque ahora es profesional.La historia es HOY. ¡Se va a caer!