BREVE HISTORIA DEL DEPORTE FEMENINO. EDICION I. COPA AMERICA.

A partir del 8 de julio, Colombia será la sede del torneo de selecciones más importante del fútbol femenino sudamericano, la Copa América. La competencia que garantiza tres lugares en la Copa del Mundo, a jugarse en Australia/Nueva Zelanda 2023.

Cuando hablamos de grandes competiciones en el fútbol femenino, la cronología a analizar es brutalmente diferente a la que realmente tenemos en el fútbol masculino. Mientras que la Copa América Masculina recientemente (2016) celebró su edición “Centenario”, la Copa América Femenina apenas existe desde hace tres décadas: el año 2022 marca la novena edición histórica del torneo, con un formato de disputa muy diferente al modelo adoptado cuando surgió el campeonato en 1991.

Todavía bajo el nombre de Campeonato Sudamericano de Fútbol Femenino, la edición pionera de 1991, el comienzo de todo, tuvo solo tres equipos participantes: Brasil (anfitrión), Venezuela y Chile. Con sede en Maringá, en el estado de Paraná, el torneo se definió en apenas tres partidos, siendo Brasil el campeón indiscutible: dos victorias en dos partidos, 12 goles marcados y sólo uno en contra. La delantera Adriana, con cuatro goles, fue la máxima goleadora de la edición.

La conquista de la Copa América le valió a la selección brasileña -de la generación de las pioneras- la clasificación para la disputa del primer Mundial ese mismo año. Las brasileñas fueron las únicas representantes del fútbol femenino sudamericano en la Copa del Mundo, ya que, en ese momento, la Conmebol solo recibió una vacante.

Cada campeonato es una historia diferente, y todos son relevantes a su manera. Sin embargo, en retrospectiva, podemos mencionar dos ediciones de la Copa América Femenina como muy destacadas por sus respectivas tramas y desarrollos: 1998 y 2006 en los cuales el fútbol femenino sudamericano tuvo un desenlace muy diferente.

La tercera edición histórica y la primera disputada fuera de Brasil -con Argentina como anfitrión-, la Copa América 1998 fue inolvidable, estadisticamente hablando: con increíbles 143 goles en 24 partidos disputados, un promediode 5,9 goles/partido, fue el año más prolífico en términos de ofensiva. Nada menos que siete partidos terminaron con victorias de seis o más goles de diferencia, siendo la selección brasileña responsable de seis de esos goles, incluida la gran final, en la que venció a la anfitriona Argentina por 7-1. Además del título, Brasil terminaría el torneo con la máxima goleadora (Roseli – 16 goles) y con el mejor ataque de todos los tiempos en la Copa América Femenina: 48 goles totales.

La Albiceleste tardó ocho años en conseguir su revancha particular, con contornos épicos y en el escenario más propicio para una remontada con final feliz: su propia casa. Nuevamente anfitriona de la Copa América, Argentina tuvo el torneo de su vida en 2006, terminando la fase de clasificación en el primer lugar de su grupo. Empataron con Paraguay en su debut, con base en una victoria sobre su mayor tormento, Brasil, en el enfrentamiento final. Y asi fue. González y Potassa marcaron los goles en el triunfo 2-0 que le dio a la Albiceleste su primer -y hasta ahora único- título continental.

Como mencionamos en uno de los primeros párrafos de este artículo, la Copa América Femenina ha cambiado mucho en sus 30 años de existencia. Se probaron innumerables formatos de disputa, desde la fórmula de todos contra todos hasta los puntos de carrera que definen a las campeonas, pasando por un modelo con fase clasificatoria y cuadrangular final. Hoy, la disputa se desarrolla con dos grupos de cinco equipos cada uno, clasificándose a semifinales los dos mejores.

De tres a diez naciones representadas, hoy la CONMEBOL asegura tres cupos para el Mundial, el triple de lo que era la realidad en 1991. El sueño del Mundial, por tanto, se ha democratizado un poco en el suelo sudamericano, aunque la diferencia técnica y la inversión en cada mercado del continente sigue siendo un factor: es necesario que el máximo ente del fútbol local desarrolle y promueva iniciativas, proyectos y torneos para que el fútbol femenino evolucione cada vez más en lugares con poca tradición en la categoría, como Bolivia, Ecuador y Venezuela.

Algo que merece un destaque positivo es la mayor representación de mujeres en áreas técnicas. En 2018, solo dos mujeres lideraron equipos en acción en la Copa América: Vivian Ayres (Perú) y Wendy Villón (Ecuador). En 2022, cinco selecciones están dirigidas por mujeres: Venezuela, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Brasil, dirigidas por la sueca Pia Sundhage. ¿La Copa América tendrá por fin una entrenadora campeona? Las probabilidades nunca han sido más altas.