EL SHOW NO DEBE CONTINUAR

La disputa de la Copa América 2021, con doble sede en Argentina y Colombia acarrea un crítico dilema para quienes integran el evento sudamericano. Debido a la la brutal represión que sufre Colombia por parte del gobierno de Iván Duque al pueblo movilizado, confederaciones como CONMEBOL invitan a un diálogo sobre un posible cambio de sede, o que al igual que las finales de competiciones como la Libertadores y la Copa Sudamericana, ocupen lugar en una sede única, en este caso, nuestro país.

Es de público conocimiento que este ente regulatorio del fútbol sudamericano, no suele tomar las mejores decisiones respectando incidentes por fuera y/o dentro del radio de las instalaciones de los estadios. El ejemplo más concreto y reciente de todos es la final de Copa Libertadores de 2018, llevada a cabo en el continente europeo, más precisamente en Madrid, España, matando por completo el espíritu sudamericano de nuestro fútbol, sin mencionar algunos detalles históricos en relación a la sede. Por otra parte, en la última fecha de la Copa Libertadores, se llevaron a cabo no uno, sino dos partidos en Colombia, entretanto, se escuchaban disparos y gritos en las afueras de los estadios que decidieron ocultar con música.No sólo es un acto de falta de respeto y empatía sino que ignora la masacre inconstitucional por fuera del marco futbolístico y lo camufla con música tropical cn intención de opacar los disturbios.

Por otro lado, la final que no fue en Chile (año 2019) fue un acierto por parte del mismo, cambiando la sede a Lima, considerándose un gesto de sororidad hacia el país que atravesaba una crisis social de extrema gravedad.

La CONMEBOL debe apuntar al recambio respectando el cambio de sede debido al violento contexto de pseudo guerra que están atravesando nuestros hermanos colombianos ya que mantener la sede implicaría un rechazo o negación de la situación actual, una actitud que debería ser repudiada por la falta de sororidad a dicho país. Sin mencionar que la imagen -deteriorada- de la CONMEBOL es la que se presenta al mundo por ende un cambio de sede tiene que ser la máxima prioridad de esta asociación, entendiendo que los llevar a cabo el evento (como se dio en el caso de dos partidos de Copa Libertadores), representa una falta de respeto hacia el pueblo colombiano que lucha por sus derechos civiles. Proseguir con este proyecto, únicamente los perjudica e ignorar el hecho de que hay una violencia sistemática por parte de un gobierno. El foco se alumbra sobre la decisión del organismo sudamericano en hacer lo correcto, se trata de un conflicto con bases inconstitucionales que no puede ser ignorado. Sería una actitud nefasta continuar con esta sede únicamente por contratos comerciales.