UN GOL FRANCÉS EN OFFSIDE

Como antesala a las eliminatorias de Qatar 2022, es de mayor relevancia visibilizar cuestiones sociales que irrumpen al fútbol en el plano internacional.

A lo largo de las últimas décadas, la crisis de identidad de Francia aumentó y también lo hizo la discriminación. La inmigración tiene una gran parte en consideración. Para empezar, los llamados “inmigrantes” están representados en la población no blanca, lo que hace que aumente el grado de racismo y los convierta en minorías visibles. Categorizar a alguien con "menos valor" sólo por el hecho de que tiene un color de piel y orígenes étnicos diferentes, especialmente en el siglo XXI, es una problemática que debería tratarse con urgencia.

Un ejemplo ilustrativo que intenta cambiar el ritmo de la discusión en torno al tema, se dio en el ámbito jurídico. La Constitución francesa eliminó por completo la palabra "raza" en su vocabulario, con el propósito de lograr la iniciativa de unir a las personas de dicho territorio, no de dividirlas. Desde el plano deportivo se ve reflejado en las victorias de la Copa del Mundo -fechadas tanto en 1998 como en 2018 respectivamente-.

Históricamente, hay que remontarse a los días del régimen de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial, solo por un segundo.La cuestión racial se dividió peligrosamente, de hecho, fue entonces cuando las subcategorías comenzaron a tomar parte en la sociedad francesa. Esto se ve en casos particulares, jugadores como Karim Benzema, Kylian Mbappé y Zinedine Zidane fueron intimidados por los medios de comunicación y el ojo público. En el caso de Zizou por no interpretar el himno francés y la incidencia de su ascendencia argelina. Representan a las minorías, aunque hoy en día se los consideran héroes.

La obsesión por la identidad y las divisiones nacionales niega las distinciones de raza y etnia. El hecho de que es ilegal realizar un censo en torno al tema en discusión (art. 1 de la Constitución francesa). Por lo cual, es inevitable soslayar este suceso ¿cómo se puede analizar el francés si en realidad no hay estadísticas? En materia legal, es una cuestión inadmisible e inconstitucional en parámetros jurídicos. Sin embargo, existen censos no tradicionales propuestos por la sociedad francesa.

La conquista de la Copa del Mundo, en 2018, no celebra la inclusión de ningún tipo, de hecho es todo lo contrario. Al llamarlo una “Victoria de inmigrantes”, (término adquirido en redes sociales) restringe la pertenencia de Francia e intensifica estas minorías visibles.

No hace falta decir que, incluso si el fútbol une normalmente a las personas, este no fue del todo el caso. Sin embargo, es inevitable recaer en la siguiente incógnita: ¿Trae este triunfo una mayor diversidad cultural? La respuesta tiene un doble sentido. Por supuesto que sí, mostrar la belleza detrás de un país multicultural es un gol de pelota parada en el minuto 90 que te gana el partido, pero las etiquetas racistas impuestas por políticos (como Jean Marie Le Pen en 1998), medios de comunicación e incluso civiles son un retroceso y exponen por completo a un mundo retrógrado, como un partido ganado fraudulentamente ¿La gente entiende esto como algo bueno? No. Estos últimos años, la selección francesa ha enfrentado un nuevo epíteto, siendo catalogada como los “malvivientes del ghetto”. ¿Por qué es eso? En particular porque más de la mitad de los jugadores no son blancos y también tienen antepasados africanos en su árbol genealógico. Esa es otra razón por la que se les ha llamado “el último equipo africano en pie”.

La mitad de las personas que estaban en contra de Francia durante la última Copa del Mundo (pro Croacia) durante la final, consciente o inconscientemente estaban a favor de continuar con un legado de discriminación en todas sus formas complejas. Borraranóse por completo todos los sesgos positivos que dejó tal victoria.