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FÚTBOL SUDAMERICANO, CON NUEVOS DESTINOS?

Teniendo en cuenta el contexto de nuestro país y nuestro continente en sí, ya que es de extrema relevancia hacer un mini paneo socio-económico para analizar la situación económica del futbol sudamericano, se puede destacar una migración por parte de los entrenadores y jugadores de nuestro países, casos excepcionales como las llegadas de Daniele De Rossi (recientemente) o David Trezeguet en su momento, hoy en día son casi imposibles. El futbol es un negocio y básicamente un trabajo y una decisión de vida en el caso de los jugadores, teniendo en cuenta no solo lo económico sino también el ambiente que se genera alrededor de este, al ser un país muy pasional, las presiones aumentan.

Siguiendo la línea del estudio académico enlazado al futbol, que propone Archetti, se puede decir, que el futbol sudamericano, específicamente y haciendo hincapié en Argentina, está en un periodo de crisis, en la cual lo jugadores migran a otras ligas, algunas más competitivas, como la italiana, la inglesa o la alemana, y a otras con un incentivo económico importante, como es el caso de la Major League of Soccer en los Estados Unidos. Desde juveniles como Julián Carranza (ex Banfield) y Matías Pellegrini (ex Estudiantes), ambos actuales jugadores del Inter Miami, hasta Luciano Acosta, Gonzalo Martínez y entre otros, decidieron privilegiar su situación económica antes que la competitividad de la liga, algo totalmente entendible en el contexto latinoamericano actual. Sin embargo, otros juveniles también emigran, pero al viejo continente, un ejemplo de esto es Nicolás Domínguez, hoy es un actual jugador del Bologna pero meses atrás conformaba la plantilla del equipo de Heinze en Vélez Sarsfield.

No creo que el futbol argentino tenga una identidad muy marcada, como decía Archetti en su escrito, ni un estilo de juego criollo y de potrero a puro toque y gambeta, ni un estilo más bien inglés, un estilo más colectivo. No tiene un estilo de juego definido como otras ligas. Las ligas europeas tienen un futbol más veloz, no es el caso del futbol argentino. Cada entrenador tiene su sello e impronta que identifica el estilo de juego que prefiere .El sello de cada técnico también es marcado por sus previos entrenadores, en el caso del “gringo” Heinze, se observa la influencia que tuvo Heinze de parte de Luis Enrique, quien lo dirigió en la Roma, y del Tata Martino, su DT cuando regresó a Newell’s. Con ambos jugaba 4-3-3, un dibujo prácticamente inalterable en su estadía en Liniers.

Reglamentariamente hablando, para el reglamento, de este año 2020, remarca que todo gol convertido con la mano será anulado. Para identificar la jugada y su sanción se establece el límite del brazo en el punto inferior de la axila. En el futbol de nuestro país no es una jugada que abunda en nuestros torneos, pero a nivel internacional, es inevitable recurrir al ejemplo más claro de todos, “la mano de Dios”.

Por otro lado, a futuro vendrá el VAR al futbol argentino, una herramienta un tanto polémica, que supone un objetivo, impartir justicia, pero no siempre ocurre, incluso podría decirse que podría llegar a exterminar al estilo criollo del futbol sudamericano, matando la idea de potrero que invade Sudamérica.

Respectando al seleccionado nacional argentino, la AFA y el cuerpo técnico están en un proceso de reconstrucción racional, armando un proyecto con el mismo objetivo de siempre, la Copa del Mundo, pero también se contemplan la Copa América y las eliminatorias de Qatar 2022. No es casualidad que Menotti integre un puesto de Director de Selecciones Nacionales, parte de su sello recae en la convocación de jugadores del medio local, todos provenientes de clubes porteños, incluyendo Boca River, Racing, Independiente, San Lorenzo y hasta Defensa y Justicia en una ocasión.

Inevitablemente no se puede dejar pasar el dominio que tiene el futbol porteño que sigue existiendo, hasta hoy en día, los clubes con mayor poderío siguen siendo los 5 grandes pero sobretodo Boca y River. La política y los negocios también ayudan a que el futbol moderno pase por un éxodo migratorio, este dominio de poder que invaden la AFA y los medios de comunicación, vuelve conceptualmente la idea del futbol visto como un negocio, donde el poder se concentra en lo que vende, Boca y River. Todas las decisiones de nuestro futbol pasan por lo que benefician a estos equipos, un ejemplo de esto es cuando Archetti en su escrito plantea el hincapié de los votos de cada club, teniendo en cuenta que el voto de los 5 grandes era el que valía por 3. No es una casualidad que todos los dirigentes de la nueva AFA son todos representantes de los 5 grandes, es el ejemplo más actual y más claro de este.

Finalmente y como una conclusión propia, en materia de análisis táctico, podría decirse que el esquema fundacional que prevalece en los 5 grandes y en la mayoría de los equipos argentinos, es el 4-3-3. Si bien cada entrenador tiene sus preferencias, es el esquema favorito entre los dts argentinos. Remontándonos a sus inicios del apogeo de este, el Newell’s de Martino en el 2012/13 o en los últimos años hay varios exponentes de dicho modelo: el Lanús campeón de Jorge Almirón, el Boca campeón de Guillermo Barros Schelotto (en sus reiteradas ediciones), los Defensa y Justicia e Independiente de Ariel Holan, el Defensa subcampeón de Sebastián Beccacece, entre otros. Otros como el River de Gallardo optan por un 4-2-2-2 o un falso 4-2-4 como el Boca de Miguel Angel Russo. Enfocándome en el torneo pasado del futbol argentino (analizándolo muy brevemente en su totalidad), desde los esquemas tácticos podría decirse que cada entrenador tiene su estilo de juego preferido. Algunos clubes como Atlético Tucumán, Rosario Central, Union, Patronato, Colon y Arsenal de Sarandí prefieren un 4-4-2. Otros como el Racing de Coudet en su momento un 4-1-3-2

El Racing de Coudet atacando sin defender, los planteos defensivos de Alfaro, el juego poco vistoso pero eficaz de Miguel Angel Russo, con una buena defensa y pocos goles en contra, la apuesta a los jóvenes tanto en Vélez, River, Boca, Estudiantes y Gimnasia, todos los clubes tiene su estilo. En todos los clubes es distinto, en cada plantel. En Boca la pelota parada es una estrategia beneficiosa, en River no tanto. Volcándonos más en Boca y en River, los enganches ya no existen más, algo que parecía tan habitual en nuestro futbol. Es el caso del 4-1-3-2 de River, Nacho Fernández y De la Cruz ocupan sectores que no son naturales de acuerdo con sus orígenes. Lo mismo pasa con Bebelo Reynoso en Boca, que en algunos casos lo limita y en otros le es virtuoso.


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