LA TEMÁTICA NEPOTISTA DE LA MET GALA

La Met Gala debe cambiar su rumbo. El propósito de la misma se pierde a raíz de contratos

comerciales, lo cual opaca su objetivo en sí, recaudar dinero.Quienes asisten al evento no

necesariamente forman parte del ámbito artístico, lo que dificulta el éxito en su misión de propagar el

arte. Los looks opacan el arte? La invitación exclusiva es tan exclusiva? ¿Es por amor al arte? O se

traspola en lo comercial?

“El nuevo enfoque radica en ignorar el lugar sacrosanto donde se lleva a cabo el evento”

afirma la historiadora del arte Alejandra Giralt. Hoy en día es una fuente laboral de miles y, además,

de interés público popular para millones que disfrutan de la gala por televisión. Donde importa el

continente y no el contenido. Una cuestión problemática tratándose de un suceso que acompaña el

arte, la moda, la música y el cine, en un museo artístico.

Por otro lado, la invitación exclusiva, excluye a las personas en dicho ambiente.Ahora es

abierto a otro público como estrellas de reality, no necesariamente algo negativo pero lo es cuando se

deja de celebrar el arte en sus diversas formas.La ropa acapara todas las miradas, es la vidriera

perfecta para quienes asisten al evento, sin embargo quienes asisten no son profesionales laboriosos,

sino que se celebra el nepotismo, contrario a lo que debe estimarse como finalidad.

A pesar de ello, Forbes estimó que la exhibición recaudó aproximadamente 13.5 millones de

dólares en la edición 2016, proveniente de los patrocinantes (específicamente diseñadores de moda y

casas de renombre en el ámbito automovilístico), donantes y venta de entradas.El acceso a la cena

prestigiosa pero sencilla y con vals de fondo, en 1960 rondaba en 100 dólares, hoy cuesta 30,000 USD

por persona y la extravagancia se sirve como plato principal.

El presupuesto aproximado (datado en 2020) ronda alrededor de los 1.300 millones de

dólares. Por lo tanto, la presencia nepotista ayuda a financiar en materia económica al museo, pero no

basta, no cubren gastos operativos ni infraestructurales, especialmente en términos de curadurías de

obras de arte.

En definitiva, sustancialmente, esta forma de recaudar dinero para dicho Instituto sirve ya que

recauda dinero a raíz de derechos televisivos, donaciones y venta de entradas gracias a tal exposición

traída por sus respectivos invitadxs. No obstante, cuando se habla de arte, no se piensa a estrellas de

realities como estandartes de tal misión, se piensa en músicxs de renombre que donan por amor al

arte, curadorxs, historiadorxs, etc. Aunque se sobreentiende que el perfil bajo de estxs profesionales

imposibilitan un recaudo tan elevado. Prevalece la exposición y los contratos comerciales que

sostienen al museo por sobre lxs profesionales del arte que destinan su vida al oficio. Una solución

posible sería darle voz